Mariano Barbacid, bioquímico y exdirector del CNIO, recuerda a los políticos que no se olviden del valor de la ciencia: “Sin ella, estaríamos todavía teniendo una pandemia sin vacunas”

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Santander, 18 de julio de 2022.- Mariano Barbacid, bioquímico, jefe del grupo de Oncología Experimental y exdirector del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), ha participado en la XXI Escuela de Biología molecular ‘Eladio Viñuela-Margarita Salas’: El legado científico de los profesores Viñuela‐ Salas que tiene lugar durante estos días en el Palacio de la Magdalena de Santander como parte de la programación de los cursos de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP). En una rueda de prensa ofrecida a los medios y en la que también han estado presentes Jesús Ávila de Grado y Ana María Mata Durán, directores del curso y Juan Méndez, el bioquímico del CNIO que en 1982 descubrió la base molecular del cáncer a través del aislamiento de un gen oncológico en un tumor humano, ha hablado sobre la importancia de las vacunas para frenar la covid, la dificultad para desarrollar fármacos que actúen contra el cáncer y la dureza a la que se exponen los pacientes del cáncer de páncreas, uno de los más difíciles de curar.

Vacuna

El desarrollo de vacunas en menos de un año, ha sido un avance de la ciencia, afirma Barbacid y por tanto recuerda a gobernantes y políticos que “no se olviden del valor de la ciencia” ya que sin ella “estaríamos todavía teniendo una pandemia sin vacunas”.

A día de hoy “tenemos la misma incidencia de contagios que casi al principio de la pandemia, pero ahora, salvo alguna excepción, la gente no se está muriendo como se murieron el primer año” y eso es posible “gracias a las vacunas y las vacunas solo han venido de la mano de la ciencia”, ha sentenciado.

“La pandemia ha ayudado mucho a desarrollar las vacunas RNA” comenta Barbacid, sin embargo, asegura que “por el momento, no existe relación” entre el desarrollo de las vacunas covid y el cáncer: “Todo lo que sea conocimiento nuevo tiene la posibilidad de  ser aplicado, pero concretamente yo no soy  conocedor de ningún avance directo, como consecuencia directa del desarrollo de estas nuevas moléculas de RNA”.

Edad y cáncer

El número de detecciones de casos de cánceres ha aumentado considerablemente en comparación con hace algunos años. Juan Méndez, investigador del CNIO y jefe del Grupo Replicación del DNA del programa de Oncología Molecular expone que “una de las razones por las que hay una percepción social de que hay más casos de cáncer ahora es porque, en líneas generales, vivimos más años y hay una correlación muy clara entre la edad y la probabilidad de desarrollar cáncer”.

“A medida que la esperanza de vida ha ido aumentando y al tratarse de un grupo muy numeroso de enfermedades, en las que la gran mayoría de ellas están directamente relacionadas con el tiempo que estamos vivos pues aumenta la frecuencia” con la que se van expandiendo, explica  Méndez.

Asimismo, Barbacid apostilla esta idea y añade que “en África Subsahariana hay muy poquito cáncer pero evidentemente no querríamos nosotros que nuestra esperanza de vida fuera de 47 años en lugar de 85 o más”.

Medicina personalizada

“Hay más de 100 tipos de tumores y cada uno tiene sus propias idiosincrasias”, comenta el experto en oncología molecular y en este sentido comenta que “la nanomedicina no deja de ser más que un vehículo de hacer llegar al tumor los fármacos, es decir nanopartículas, lo que hace falta es evidentemente tener un fármaco que sea efectivo contra la mutación o las mutaciones responsables de cada tumor en particular”.

Por ello, indica que la clave es “avanzar en diseñar fármacos efectivos, en diseñar estrategias farmacológicas que hagan esos fármacos más eficaces” ya que “todo eso evidentemente redunda en una mejor respuesta en los pacientes”. Barbacid advierte que no se puede pensar en que todos los tipos de cánceres van a avanzar al mismo tiempo sino que “cada tipo de cáncer avanzará a una progresión distinta en función de los descubrimientos que se vayan haciendo: “El cáncer va a ir poquito a poco y va a avanzar a distintas velocidades”.

En este punto ha comparado los avances tan señalados en cáncer de mama, de pulmón, en inmunoterapia o de próstata con el cáncer de páncreas “que no ha avanzado prácticamente”.


Cáncer de páncreas

El laboratorio en el que trabaja el prestigioso bioquímico se dedica a investigar el cáncer de páncreas, uno de los más difíciles de curar: “El problema es que no se ha podido desarrollar fármacos contra las proteínas mutadas y causantes del proceso de mutación” de este tipo de cáncer ya que es un tipo de cáncer que posee “muchas peculiaridades” que provocan que sea “tan mortal y tan dañino”.


Esto se debe al gen que inicia el cáncer pancreático, conocido como el gen KRAS (un oncogen que descubrió este conocido investigador español en 1982) y a que “cuarenta años después” lamenta, no se  haya desarrollado “ningún fármaco contra ese oncogen”.


El bioquímico explica que ahora mismo, el cáncer de páncreas es ya el tercero de mayor mortalidad, superando al cáncer de mama “a pesar de la grandísima diferencia de incidencia”. Mientras que el “cáncer de mama se cura en un 95 %” el de páncreas lo hace “en un 5%”, apunta y recalca la falta de “fármacos efectivos”.

Aún así, recuerda que el cáncer de páncreas “tiene cientos de mutaciones” y por consiguiente, “sería demasiado naive pensar que bloqueando una de ellas, vamos a ser capaces de curar un tumor” porque no tenemos en cuenta que “un tumor es el resultado de muchas mutaciones no solo es el resultado de una”.

El investigador y bioquímico Mariano Barbacid confirma que “seguimos investigando” y aunque no puede decir “cuándo llegará la solución” sí asegura que si no se investiga “no llegaremos”.

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