Proactiva Open Arms, Proem-AID y AI recuerdan en la UIMP que “salvar vidas no es delito"

Santander.- El ciclo de conferencias Conocimiento y valores de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) ha celebrado una mesa redonda, bajo el título Salvar vidas no es delito, sobre el papel de las ONG en emergencias humanitarias y las dificultades a las que tienen que hacer frente. El panel, que ha estado moderado por la presidenta de la Asociación de la Prensa de Cantabria (APC), Dolores Gallardo, ha contado con la participación de la jefa de Misión de Proactiva Open Arms, Ana Isabel Montes; el vicepresidente de Proem-AID, Manuel Blanco y el responsable de Medios de Comunicación de Amnistía Internacional (AI) en Cantabria, Fernando Gutiérrez.

Durante el encuentro, que ha tenido lugar en el Hall Real del Palacio de la Magdalena, todos han coincidido en la necesidad de acabar con la “criminalización” de la solidaridad. Son los activistas y voluntarios “los que ponen cara y ojos a esas personas que de otra manera serían invisibles” y, al mismo tiempo, “son el testimonio de las violaciones de Derechos Humanos que se llevan a cabo”, ha apuntado Gutiérrez.

En este sentido, la jefa de Misión de Proactiva Open Arms ha asegurado, en referencia a las labores de rescate: “Ni siquiera nos paramos a pensar por qué están ahí, son personas y hay que sacarlas del agua”. Así, Montes ha recordado que esta premisa es “una ley marítima indiscutible”. De modo que cuando se culpa a las personas que están realizando este trabajo, a su juicio, “está todo dicho”.

Por su parte, el vicepresidente de Proem-AID -uno de los tres bomberos acusados y finalmente absueltos de “tráfico de personas en grado de tentativa” por acudir al rescate de inmigrantes que huían de la guerra de Siria- ha destacado que el trabajo de las ONG está “poniendo en evidencia un sistema que está fallando”. En esta línea se ha pronunciado Montes, quien ha calificado la situación de “vergonzosa”: “Es culpa de los políticos pero también de los ciudadanos que miran para otro lado”, ha apuntado.

Y es que en opinión de Blanco interesa difundir la “cultura del miedo” e instalar así un discurso que “está teniendo bastante asentamiento y aceptación entre la población que se deja amedrentar”. Sobre esto, Gutiérrez ha apostado por desmontar la concepción del fenómeno migratorio como “la gran hecatombe”, puesto que “el mundo sigue cambiando y todos somos productos de una mezcla”.

 

Fotografías: Esteban Cobo | UIMP 2018