El sector de la industria y la construcción reclama mayor inversión pública como receta contra el paro

Santander.José Manuel Loureda, vicepresidente del Colegio de Ingenieros de Caminos, ha defendido que "la inversión pública es el procedimiento más rápido y menos oneroso para disminuir la actual tasa de paro" durante la presentación de la segunda jornada del Foro Global de Ingeniería de la UIMP.

Loureda también ha considerado necesario que España empiece a invertir "entre un dos y un 2,4 por ciento del PIB nacional en obra pública con el objeto de mantener la competitividad de nuestras empresas". Para afrontar con optimismo el futuro, ha reclamado "un fuerte apoyo de la Administración española, tanto en aspectos comerciales como diplomáticos, así como una mejora de las condiciones económicas", y ha calificado de "imprescindible" la mejora en las relaciones empresariales entre las compañías constructoras.
El vicepresidente del Colegio de Ingenieros y Caminos ha valorado que, debido a que estamos en un mundo complejo y globalizado, "nuestra empresas deben tener prudencia, flexibilidad y disponer de una gran capacidad competitiva, tanto en lo financiero como en las estructuras jurídicas y técnicas".
Por su parte, Pedro Fernández, director general de Estrategia, Sostenibilidad y Secretaría Técnica de Repsol, ha profundizado en los elementos para definir un marco favorable a la industrialización, ya que "Europa ha venido perdiendo terreno en el competitivo entorno global, donde los países emergentes se están desarrollando a una velocidad vertiginosa".
Fernández ha abogado por "formalizar de una vez por todas el mercado único de la Unión Europea, alinear las políticas de energía y clima con la política industrial, una convergencia europea en las políticas de eficiencia energética y solucionar el déficit de cualificaciones en áreas como la eficiencia, la tecnología o las matemáticas". Todo ello, en aras de conseguir un marco más favorable para el sector de la ingeniería, del que considera que "puede aportar la flexibilidad para ser la base de los procesos de innovación y adaptación" que la industria europea necesita para preservar su competitividad en el futuro.

Fotografía: Pablo Hojas