Emilio de Villota: “La experiencia de mi hija me ha enseñado que en la vida vale la pena pararse un poco”

Santander.– Emilio de Villota, expiloto de Fórmula 1, ha aprovechado su participación en el encuentro Contrastes, organizado por la Escuela de Organización Industrial (EOI), para mostrar las lecciones aprendidas durante su carrera deportiva y, especialmente, a través de la experiencia del accidente y posterior fallecimiento de su hija, María de Villota, que le ha hecho percibir la vida de otra manera.

De Villota, que a los 16 años descubrió su pasión por los coches y la velocidad, ha narrado su determinación y casi obsesión por lograr el sueño de competir en la F1. "La realidad es que nunca disfruté el día a día, sino que viví permanentemente en una huida hacia adelante desde el momento en que tuve que cubrir los doce millones de pesetas que me prestaron para montar un equipo de carreras", ha reconocido.
Tras repasar su carrera, ha realizado un emocionante relato de la trayectoria de su hija, María de Villota, fallecida en 2013 a causa de las secuelas producidas por un grave accidente al volante de un bólido sufrido un año y medio antes. Con su ejemplo, ha querido trasladar la necesidad de valorar lo que tenemos alrededor y, parafraseando a su hija, ha asegurado que "un día te das cuenta de que vives dormido, pasas a ciegas y sientes a medias. La ansiedad permanente por huir hacia adelante a mí me ha cambiado la vida. Mi hija me ha enseñado que vale la pena pararse un poco y reflexionar".
Junto a Emilio de Villota ha estado Miguel Ángel Rodríguez, expolítico y consultor de comunicación, que ha apostado en su ponencia por el equilibrio entre la tradición y la innovación. "Creo que hay que estar al cabo de la calle profesionalmente, sin ninguna duda. Cuando sale cualquier aparato o concepto nuevo hay que pensar sobre ello. Pero con el tiempo, no sé si por la edad, me he vuelto más apegado a ciertas tradiciones que siempre he despreciado", aseguraba.
Rodríguez también ha aprovechado para analizar el cambio político que está experimentando España: "Los partidos emergentes han venido para romper, y eso es bueno porque hay que mejorar muchas cosas. Lo negativo es que critiquen una política de la que ellos también tienen que participar. El espíritu de la Transición cambió España política y socialmente", ha afirmado, aunque ha concluido que "este momento de cambio, de tambalearnos, nos hacía falta desde el punto de vista político".

Fotografía: Juan Manuel Serrano