Aunque los avances en la lucha contra la epilepsia han sido notables en los últimos años, todavía se necesitan nuevos desarrollos que aceleren los pronósticos y que mejoren los tratamientos. Los retos a conseguir y los progresos frente a la enfermedad son el eje central del I Foro de Epilepsia: avances en diagnóstico y tratamiento que se ha inaugurado este jueves en la UIMP.
"El esfuerzo científico y tecnológico de los expertos en medicina de todo el mundo es ingente, y a pesar de ello seguimos necesitando nuevos desarrollos", ha señalado el rector de la UIMP, César Nombela, que ha participado en el acto de apertura del encuentro junto al director del curso, Antonio Gil-Negel, médico director del Programa de Epilepsia del Hospital Ruber Internacional de Madrid, y Francisco del Pozo, director del Centro de Técnicas Biomédicas de la UPM.
El objetivo del foro, como ha asegurado Gil-Negel, es "transmitir toda la información que se ha ido recopilando en los últimos años a los neurólogos que tratan a esos pacientes para que sepan las opciones que tienen", ya que en la actualidad se puede mejorar el tratamiento con fármacos que antes no existían "aplicados a las circunstancias específicas de cada paciente".
Hoy en día los diagnósticos se hacen antes y el tratamiento ha cambiado en muchas líneas, tanto el farmacológico como el quirúrgico. Sin embargo, como ha apuntado especialista en epilepsia, "queda mucho por avanzar". "El diagnostico en epilepsia al principio es complicado porque los síntomas son sutiles, suelen ser valorados en consultas de medicina general y todavía no hay datos suficientes como para determinar qué es epilepsia", ha explicado.
El reto principal en la epilepsia, como ha destacado, es curar el origen, algo que Gil-Négel ve prácticamente imposible hoy en día: "No estamos curando el origen porque no podemos, ya que tiene relación con factores que ocurren en los primeros años de vida y que están relacionados con diferentes genotipos. Hoy en día es ciencia-ficción la posibilidad de manejarlo", ha concluido.
Fotografía: Pablo Hojas
