Rosa María Calaf y Juan Manuel de Prada departen sobre creencias y rituales en la UIMP

Santander.– La periodista Rosa María Calaf y el escritor Juan Manuel de Prada han participado en el encuentro Contrastes organizado por la Escuela de Organización Industrial (EOI) y celebrado en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. Las intervenciones han sido moderadas por Óscar del Moral, director de Programas Formativos de la EOI.

El punto de partida de la conversación ha sido la posibilidad de un cambio del orden establecido vinculado a las creencias y rituales. Según Calaf, los ritos se utilizan como adoctrinamiento. Ha declarado que "la ritualización de lo que debemos creer se ha hecho a través de los medios de comunicación de una forma perfecta". De esta forma, cree que actualmente "los medios se han convertido en los sacerdotes de las creencias" y, gracias a la tecnología, "tienen ahora el poder de difundirlas de una forma más rápida y con un mayor alcance, e incluso puede hacerse de forma que el sujeto no se dé cuenta". De ahí la necesidad de ser muy críticos con cualquier mensaje recibido, puesto que "tener mucha información al alcance no significa estar informado". "La eficiencia que somos capaces de construir no puede resultar destructiva", ha apuntado, y ha añadido que "es importantísimo estar en la red, pero hay que procurar no caer en ella". Ha concluido con una referencia a la importancia de hacerse preguntas, "no para confirmar lo que creemos, sino para ser capaces de cambiar lo que creemos en beneficio del bien común de la mayoría".
De Prada ha centrado su intervención en la tradición, a la que ha descrito como "la llave que unas generaciones entregan a las siguientes para permitirles abrir el mundo". Considera que no es estática: "Va haciendo suyas todas las innovaciones que nacen con naturalidad del género humano, hace una criba y selecciona aquellas que producen un auténtico progreso". Según de Prada, "el drama de nuestro tiempo es que hemos roto vínculos con la tradición". La visión progresista de la historia tiende a negar la tradición, y "nos ha imbuido una idea que quizás sea la expresión más grotesca de la soberbia humana, según la cual el mundo puede ser hecho y rehecho cada día por nosotros a partir de nuestra propia originalidad". Ha explicado que el conocimiento heredado rige la mayor parte de lo que se hace en la vida, por eso no se puede obviar. Para el escritor, el verdadero sentido de la tradición es, primero, utilizarla para tener un mayor conocimiento de nosotros mismos y del mundo que nos rodea y, a partir de ahí, "hacerla servir para iluminar los conocimientos nuevos".

Fotografía: Juan Manuel Serrano