La directora del Museo del Traje aborda la incorporación de la moda a los museos

Santander.– "La moda es un lenguaje que todos comprendemos y del que todos participamos, queramos o no", ha afirmado Helena López de Hierro, directora del Museo del Traje, en el seminario Moda Española: 360º, que se celebra esta semana en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.

"La incorporación masiva de la moda a las instituciones culturales no tiene lugar hasta el siglo XX. Sin embargo, la exhibición de indumentaria existe desde que el mundo es mundo", ha asegurado López de Hierro, también historiadora del arte y conservadora de museos. "La indumentaria es probablemente el elemento cultural que mejor define y representa al ser humano, porque ropa llevamos todos", ha añadido.

"Musealizar, en su definición clásica, implica hacer acopio de piezas, custodiarlas y exhibirlas, pero nos encontramos en un momento en el que la moda está más presente en exposiciones temporales que en museos que se encargan de custodiar y acopiar este tipo de objetos", ha señalado López de Hierro. Además, ha explicado que las propias marcas han empezado a involucrarse en esta inclusión de la moda en la cultura, creando espacios museográficos en sus tiendas e incluso museos propios.

López de Hierro ha referido también dos conceptos sobre los que la moda y los museos tienen una percepción diferente, y a los que cree que las instituciones culturales al uso tienen que enfrentarse: el tiempo –muy rápido en la moda, y "estable y formal" en los museos– y la objetividad. "A los museos se nos presupone una objetividad científica que no existe. En el momento en el que eliges una serie de elementos y los exhibes de una forma determinada estás contando una narración subjetiva desde el punto de vista de la institución", ha detallado. Como contraposición a la moda, que se basa mucho en la subjetividad.

La directora del Museo del Traje ha diferenciado tres tipos de museo de indumentaria. Primero se ha referido a los que tratan la moda como una de las bellas artes, que valoran los nombres propios y, por tanto, consideran al creador como artista. Algo que le genera algunas dudas: "Si el desarrollo del museo está basado en la autoría, entonces es este el que decide quién pasa a la posteridad". Después se encuentran aquellos museos que consideran la moda como industria, que analizan la forma de expansión cultural de la moda. Estos dos primeros tipos de museo tienen un problema común: el acopio de piezas. Por último, se puede hablar de los museos que conciben la moda desde un punto de vista antropológico, es decir, "los que la tratan como un lenguaje no verbal con el que todos nos comunicamos y cuyo valor está en su uso", ha especificado.

Fotografía: Pablo Hojas