Santander.– "El cine como herramienta para la enseñanza de una lengua extranjera es extremadamente fructífero porque la unión de un componente visual con otro verbal contribuye enormemente al aprendizaje de los estudiantes", ha afirmado Cristina Martínez-Carazo, profesora de español en la Universidad de California en Davis. Martínez-Carazo dirige el Curso de Formación del Profesorado de Español como Lengua Extranjera (ELE) El cine y las nuevas tecnologías como instrumentos de enseñanza y aprendizaje en ELE, que se celebra esta semana en el campus de Las Llamas de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.
Junto a Gabriel Guillén, profesor de español en el Instituto Middlebury de Estudios Internacionales en Monterrey, Martínez-Carazo ha diseñado este curso alrededor del cine y las nuevas tecnologías con la competencia intercultural como referente. El claustro lo completa Daniel Hernández, profesor de español en el Instituto Marconi de Viareggio y emprendedor con profedeele.es. "En Estados Unidos hay muchos emprendedores en el campo de las lenguas y nuevas tecnologías que no tienen experiencia en lenguas, por eso nos interesa el caso de Daniel", ha explicado Guillén.
Una de las particularidades del curso es que gira en torno a la elaboración de un proyecto. Como ha descrito Martínez-Carazo, en base a una página web (piensaelcine.com) creada para tal fin en la que se han volcado diferentes materiales, los estudiantes realizarán sus proyectos de cine y nuevas tecnologías que se concretarán en cinco unidades didácticas basadas en cortometrajes. "El cine nos ayuda a desarrollar las competencias que, a mi juicio, debe desarrollar un estudiante de español: la producción y la comprensión a nivel escrito y oral, y la competencia intercultural", ha detallado la profesora. "El objetivo no es simplemente formar hablantes de español sino ir más allá del dominio y del conocimiento de la lengua y entrar en el dominio del control y del funcionamiento en otra cultura. Formar ciudadanos globales en nuestra era", ha añadido Martínez-Carazo.
Fotografía: Pablo Hojas
