En busca de un lenguaje médico capaz de adaptarse al paciente

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Santander, 23 de agosto de 2023-. “Se trata de acercar el lenguaje de la medicina a otros públicos que puedan estar interesados”, este es, según Bertha Gutiérrez Rodilla, doctora en medicina y filología hispánica, el objetivo principal del curso ‘El lenguaje de la medicina: una historia de palabras, lenguas, textos e imágenes’, celebrado esta semana en el Campus de Las Llamas, sede de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) en Santander.

Muchas veces, los términos médicos utilizados para explicar conceptos de medicina no son del todo entendibles y dificultan la comunicación médico-paciente, por eso, Gutiérrez señala que “el lenguaje, para que pueda cumplir su función comunicativa, siempre tiene que adaptarse al destinatario”.

“El curso no excluye ningún perfil entre sus estudiantes”, comenta Gutiérrez. El grupo de alumnos es heterogéneo, “hay varios médicos, pero también filólogos o traductores que, a lo mejor, traducen textos médicos”, aclara la doctora en medicina dejando clara la apertura del curso a todo aquel interesado.

El lenguaje de la medicina ha evolucionado mucho a lo largo de su historia, “pasando por diferentes etapas y lenguas durante sus veinticinco siglos de historia”, comenta la doctora en medicina, quien explica que “en el momento actual, el inglés tiene mucho peso en este lenguaje, pero, a pesar de ello, el griego y el latín constituyen su base pues aproximadamente el 90% de los términos médicos proceden de estas lenguas”.

Intrusión tecnológica

Dentro de esa evolución, Bertha Gutiérrez se muestra preocupada por el tema tecnológico. “No estoy en contra, pero el tema de la inteligencia artificial no es precisamente muy favorecedor”, remarca. La doctora expone que la IA aporta muchas ventajas como “poner al alcance de todos el poder acceder al conocimiento”, sin embargo, asegura que “desde el punto de vista de la comunicación médico-paciente, la IA va a hacer que se vaya perdiendo todavía más”.

“Es importante favorecer la comprensión de los textos médicos, pero lo más importante es que el productor del texto tenga presente a quién se dirige”, explica Gutiérrez. Una vez lo tenga, la doctora destaca que el escritor debe ser capaz de hablar o escribir de una determinada manera para que su mensaje llegue a su interlocutor. “Si yo hablo con un colega que sabe tanto como yo, puedo manejar un lenguaje ultra especializado porque nos vamos a entender, pero si yo escribo un texto de divulgación para una persona que no sabe nada de eso, evidentemente lo tendré que adaptar”, pone como ejemplo.

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