Santander. – Hoy ha tenido lugar la segunda jornada del Ciclo de conversaciones España, Julio 2015, desarrollado por la Fundación Botín en el marco de los Cursos de Verano de la UIMP. Así, la primera conversación de la jornada ha tenido como protagonistas al catedrático de Filosofía del Derecho de la UAM, Francisco Laporta, y al abogado del Estado y exsubsecretario de la Presidencia Jaime Pérez Renovales.
La falta de diálogo y entendimiento entre las principales fuerzas políticas ha sido el primer tema tratado. Así, mientras Pérez Renovales ha asegurado que la reforma de la Administración Pública debe ser "un proceso de mejora continuo", alabando los cambios que ya se han acometido, Laporta ha puesto sobre la mesa "la exclusión política y social entre las principales fuerzas" a la hora de sentarse a discutir y consensuar esta reforma, asegurando que "hay una gran crisis institucional".
Jaime Pérez Renovales no quiso hablar de crisis institucional, sino de "crisis de la credibilidad de las instituciones" que se manifiesta en "un cierto desapego hacia el sistema que puede generar dudas sobre la Constitución actual". Sobre la Constitución, Pérez Renovales afirmó que "ya es suficientemente flexible" y que, al final, un modelo que gustase a todos "terminaría siendo muy parecido al que tenemos", coincidiendo con que es necesario acometer reformas, "pero no cambiarla del todo".
Para Laporta "las malas prácticas institucionales son las que generan el problema de credibilidad" y señaló como una de ellas los excesivos movimientos en los puestos de la Administración cuando hay un cambio político. Este tipo de situaciones son las que, según él, "deterioran la moral de la Administración Pública", puntualizando que "la estructura, presencia y protagonismo de los partidos políticos en el diseño constitucional de nuestro país es lo que está mal concebido".
Así, mientras Jaime Pérez Renovales aseguraba que "un alto cargo tiene que tener la facultad de poner un equipo con el que se sienta cómodo trabajando", Francisco Laportada consideraba que "eso propicia un problema de credibilidad", y que "la conservación de las plazas de los funcionarios en propiedad tiene que tener unos límites".
Por último, la conversación ha disertado sobre la Corona y "la necesidad –según Laporta- de crear un cuerpo teórico que justifique el proceso hereditario", afirmando que él cree en el principio hereditario para desarrollar mejor una regencia de Estado, siendo la Corona "una institución que hay que salvar".
La Cultura a debate
Cultura ha sido el tema sobre el que han conversado Andrés Trapiello, escritor, poeta y ensayista, y José María Lassalle, secretario de Estado de Cultura. La conversación ha servido para debatir sobre el estado de la cultura y la necesidad de "cultivar" cultura en España. Así, según Lassalle, "sigue habiendo un déficit de institucionalidad a la hora de sacar lo mejor que tiene nuestra cultura y sus potencialidades", afirmando que debería ser "la mejor expresión de la Marca España", pero que "nos ha faltado siempre una cierta confianza en lo que somos culturalmente, en lo que representa la cultura de nuestro país".
Por su parte, Andres Trapiello apeló a la frase de Juan Ramón Jiménez "menos cultura y más cultivo" para denunciar la necesidad de contribuir a ella a través de la formación, ya que "por mucho que se rebaje el IVA, la literatura no mejorará ni incrementará el número de lectores", sino que lo hará en la medida en que en las escuelas se les inculque a los jóvenes el gusto por la lectura. Además, Trapiello denunció que "nada de ese cultivo se está produciendo desde las Instituciones", ya que "a la Derecha le ha interesado poco la cultura y la Izquierda se ha ocupado de ella como instrumento político", haciendo especial referencia al reciente manifiesto firmado por actores, directores de cine y otras figuras del mundo de la cultura.
En este sentido, Trapiello coincidió con Lassalle al reprochar al Estado el haber cedido demasiadas "competencias hacia las autonomías y ayuntamientos, que al final van en favor de unos y en contra de otros", provocando un cierto "clientelismo" de "gente que vive de la cultura que no sirve a nadie más que a ellos mismos", a la hora de afirmar que "la cultura no debería estar subvencionada; sí el cultivo".
Otro de los temas abordados ha sido el de la piratería, apelando a la necesidad de que el Estado proteja los derechos de los creadores culturales ya que "es la base de la productividad de los artistas", aseguró Andrés Trapiello, quién además quiso incidir en que "la cultura no está en manos de la propaganda" ni debe convertirse en ello.
