El desafío catalán, visto por constitucionalistas de la mano de la UIMP y la Fundación Transición Española

Madrid.- A la hora de plantear si es conveniente o incluso apremiante en estos momentos una reforma de la Constitución, el desafío del secesionismo catalán marca la pauta de cualquier debate. Y así ha ocurrido en la cuarta sesión del ciclo de mesas redondas sobre la reforma de las instituciones organizado por la UIMP y la Fundación Transición Española, en la que los catedráticos de Derecho Constitucional Jorge de Esteban y Juan José Solozábal han expuesto sus puntos de vista sobre la vigencia de la Constitución de 1978.

En la mesa redonda, moderada por el director del Centro de Estudios Políticos y Constitucionales (CEPC), Benigno Pendás, Jorge de Esteban ha defendido la necesidad de reforma de una Carta Magna que está lastrada, ha dicho, por el carácter "ambiguo e impreciso" en el apartado de la organización territorial y la delimitación de competencias. "Nuestro Estado no sólo es complejo, sino que tiene unos costos enormes", ha recordado, al tiempo que ha lamentado la deriva del secesionismo a partir de "la aceptación de un Estatuto catalán de 2006 que ni siquiera era una demanda ciudadana y de la sentencia del TC de 2010". De Esteban ha considerado un error ver la Constitución "como un elemento taumatúrgico, como un fin en sí mismo y no como un medio", y ha criticado las dificultades que los constituyentes incluyeron en su articulado para evitar posibles reformas: "El artículo 168 se ha convertido en un muro infranqueable, cuando reformar la Constitución es la mejor manera de mantenerla viva. Ese artículo debería ser derogado", ha concluido.
Por su parte, Juan José Solozábal se ha mostrado más partidario de promover "una reforma de las instituciones que de la Constitución", porque, ha afirmado, "soy contrario a la reforma sistémica, conviene un punto de apoyo". También ha rechazado las voces que plantean "una enmienda a la totalidad del Estado autonómico" que, en su opinión, "es razonable, aunque haya en él despilfarros y duplicidades". En cuanto a las reformas institucionales necesarias, ha enumerado tres: el reforzamiento del Estado de Derecho, una mejor conexión entre los electores y los elegidos a través de una Administración fuerte independiente de los partidos y una mejora de la cultura política en la que han de jugar un papel importante los medios de comunicación.
Antes de dar paso a las preguntas de los asistentes, Benigno Pendás ha querido diferenciar los problemas técnico-jurídicos y de financiación que se derivan del modelo autonómico del "desafío frontal y directo al principio de soberanía nacional única que ha puesto en marcha el secesionismo catalán, que es un tema distinto y de alto calado". Ha considerado que sin el "agotador" esfuerzo dedicado a esta cuestión "nos iría todavía mejor, porque no nos va tan mal". En el debate se ha puesto también sobre la mesa la paradoja de que España sea el único país del mundo que financia empeños independentistas contra su propia integridad territorial como el encabezado por Artur Mas a través de los Presupuestos que el Estado transfiere a la Generalitat de Cataluña.