Fernando Marías: “No hay que ponerse límites, es cuestión de probar que es lo que más cómodo te hace sentir”

Santander. – Aunque su objetivo era dedicarse al cine, a medida que pasó el tiempo Fernando Marías se dio cuenta de que lo suyo era la literatura. El séptimo arte le parecía "apasionante", pero descubrió que "para su forma de ser, era más cómodo escribir novelas que hacer películas". Incluso se ha animado con una novela autobiográfica, La isla del padre (Premio Biblioteca Breve), un "libro peculiar" que acercará a los asistentes de los Martes Literarios de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.

Nunca se había planteado escribir una obra tan personal pero algo cambió cuando su padre enfermó. Años más tarde, cuando falleció decidió ponerse manos a la obra: "Fue muy liberador para mí porque además estaba escribiendo algo que era real. Me sentí a salvo, sin miedo y acompañado por mi padre", ha señalado. Tampoco se ha planteado de nuevo hacer cine, aunque como ha apuntado: "No hay que ponerse limite, es cuestión de probar varias posibilidades y ver la que más cómodo te hace sentir".
Precisamente eso es lo que aconseja a los jóvenes que están empezando en el mundo literario. Una profesión de la que, en la actualidad, "es muy difícil vivir" y que sufre "la lacra de la piratería". Por eso, recomienda buscarse la vida también fuera del folio en blanco (colaboraciones en prensa, congresos, mesas redondas...), aunque ha asegurado que "con mucho trabajo y un porcentaje de suerte, se puede vivir del personaje que se crea".
La mayoría de artistas emergentes se apoyan en la autopublicación, un sistema que tiene "una cara buena y otra mala". Como ha explicado Marías, el problema que tiene "no contar con un editor es que genera muy poca atención en los posibles lectores". Algo que pensó que ocurriría con Hijos de Mary Shelley, proyecto con el que pretende rememorar la noche del 16 de junio de 1816 en la que un grupo de escritores se reunieron alrededor de una chimenea y jugaron a inventar cuentos de terror. De aquella reunión surgió Frankestein.
Este trabajo lo llevó a cabo con "la intención de divertirse" y no para de crecer pues ya lleva cinco libros, varias representaciones teatrales y un cortometraje.

Fotografía: Pablo Hojas