Jaime Nicolás afirma que la lucha contra “la trata sexual en España es la gran asignatura pendiente”

Santander.-"La lucha contra la trata sexual en España es la gran asignatura pendiente", así ha comenzado la intervención de Jaime Nicolás, inspector jefe de Operaciones de la Unidad Central contra las Redes de Inmigración y Falsedades Documentales (UCRIF), en el seminario de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, La trata de seres humanos: prevención, protección y persecución.

Así, ha detallado que la dificultad para conseguir llegar a las víctimas se debe a que las denuncias son escasas y se dan sólo en situaciones límite: "En muchas ocasiones las fuerzas del orden se encuentran con trabas como convencer a las víctimas para que denuncien" y esto ocurre tanto antes como después de "pagar sus deudas" a las mafias, que las presionan con engaños, violencia o vudú.

Nicolás ha comentado que el mayor porcentaje proviene de Nigeria y ha asegurado que "entre el noventa y el noventa y cinco por ciento de las nigerianas truncan su destino" y acaban en la prostitución. "Esto es un hecho –ha afirmado-, ya que no se las ve ni en supermercados ni en servicio doméstico como sí lo hacen las inmigrantes de Latinoamérica".

También ha recordado que las ONGs se encuentran en la misma situación que la Policía, ya que tampoco consiguen que las víctimas denuncien, e incluso en algunos casos, son los propios clientes los que ayudan a delatar a los proxenetas. En este sentido, ha recordado que "la mayor parte de las denuncias vienen por una tercera persona o incluso al amparo de la Ley de Extranjería", con los agentes –literalmente- "a la carrera por la Casa de Campo de Madrid". Y ha añadido que "llegar a las víctimas es francamente complicado, ya que se trata de personas que han dejado de ser capaces de tomar decisiones, se sienten como objetos".

Explotación laboral

En cuanto a si existe "trata laboral", Nicolás ha asegurado que no la ha detectado. De hecho, ha hecho referencia a diferentes cifras que maneja la UCRIF en la Comunidad de Madrid, donde en 2014 se hicieron más de 800 inspecciones.

Asimismo, ha especificado cuáles pueden ser las causas por las que alguien puede caer en las redes de la explotación: "La necesidad económica, el desconocimiento de los derechos laborales y sociales, la debilidad... y, sobre todo, el miedo al fracaso por no poder enviar dinero a su país de origen". También ha señalado el endeudamiento y las amenazas como factores para que una persona asuma "malas condiciones laborales" como jornadas laborales incrementadas, incumplimiento del descanso semanal o salarios ínfimos.

Nicolás ha afirmado que en el ámbito de la explotación laboral también existe escasez de denuncias: primero porque la víctima no se siente como tal y segundo porque el trabajador "espera las falsas promesas de regulación".

Por último, el inspector de la UCRIF ha reflexionado sobre por qué la legislación no permite contratar a un extranjero irregular que ya se encuentra en España. La respuesta es "el miedo al efecto llamada" y, por ello, ha especificado que "solo si se consigue acreditar el trabajo durante seis meses -aunque sea de forma irregular-, se podrá solicitar el arraigo laboral".