José Álvarez Junco señala que “faltan elementos básicos de unión” en la identidad nacional española

Santander. – José Álvarez Junco, catedrático emérito de Historia del Pensamiento y de los Movimientos Políticos y Sociales de la UCM, ha repasado las teorías científicas de los últimos 50 años sobre los nacionalismos en el Máster Interuniversitario en Historia Contemporánea. Ciclo de conferencias Tendencias y debates. La Historia Contemporánea en el siglo XXI.

En este repaso, Álvarez Junco ha mencionado a autores como Hobsbawm, Gellner, Anderson o Deutsch, protagonistas de los estudios de "uno de los temas en ciencias sociales que ha experimentado una revolución científica más impresionante en el último medio siglo", ha asegurado. Como conclusión, ha establecido que sus trabajos ahondan en la idea de los nacionalismos como "productos de la modernidad, de unas circunstancias políticas, económicas y culturales concretas, en las que la identidad sirve a fines políticos para justificar el poder".
Con este preludio, el catedrático ha revisado la construcción de la nación española, que toma cuerpo por primera vez con la Constitución de Cádiz de 1812. Antes de este hito, considera que "lo primero que hay es una creación de un estado, previo al sentimiento de unidad" formalizado con el matrimonio de Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón.
Además, Álvarez Junco ha resaltado que la identidad nacional era "primero de izquierdas, revolucionaria", porque reclamaba que el poder venía del pueblo. En esta construcción, ha apuntado que el XIX fue un siglo clave para España, "enormemente complejo, porque los símbolos básicos de una comunidad nacional no se pudieron consagrar. Las divisiones políticas tan profundas de hoy en día provienen de la desunión de entonces".
En este sentido, el catedrático ha añadido que "hay una identificación del nacionalismo español con el franquismo", causa que también ha señalado como "origen inmediato de los problemas nacionalistas actuales". Finalmente, Álvarez Junco ha comparado España con Francia, donde la construcción de una identidad nacional fue más sólida desde 1789, gracias a una "militarización obligatoria, un sistema escolar laico, general y obligatorio que alfabetizó y enseñó el francés de París, y una red de ferrocarriles que unían todo el país, generando un mercado económico y cultural unificado".

Fotografía: Pablo Hojas