La pasión, un “don de la vida” que llega a la UIMP de la mano del Premio Nadal 2016 Víctor del Árbol

Santander. –Una de las primeras personas a las que recuerda el Premio Nadal 2016 Víctor del Árbol al llegar al Palacio de la Magdalena es uno de sus mayores referentes: José Luis Sampedro, que en su novela Escribir es vivir recoge las conferencias magistrales que dictó en el año 2003 en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. Por eso, para él supone un enorme privilegio participar en los Martes Literarios, tribuna literaria que organiza la UIMP en colaboración con El Diario Montañés.


En el libro de Sampedro del que habla el escritor catalán, la pasión es una de las protagonistas, un sentimiento que ha cobrado mucha importancia para él y que describe como "una emoción sostenida en el tiempo y una forma de inteligencia". Del Árbol la identifica como "el don de vivir", y cree firmemente que todos los seres humanos tienen uno. El suyo siempre estuvo claro: escribir, aunque en los primeros años compaginó este sueño con su labor en los Mossos d'Esquadra, "una forma de ganarse la vida" frente a la que siempre fue su verdadera vocación.

Aunque ya han pasado diez años desde que publicó su primer libro El peso de los muertos y tiene ya a sus espaldas un largo recorrido en el extranjero, su carrera se ha consolidado en España gracias al Premio Nadal, un galardón que "reafirma la voz narrativa" y que supone una responsabilidad, cuando el autor se da cuenta de que "la gente te mira de otra manera". Aun así, está viviendo este reconocimiento con mucha tranquilidad y felicidad: "Mi geografía emocional creció con Miguel Delibes o Ana María Matute, y estar en esa senda es un privilegio", ha apuntado.

El escritor que inaugura los Martes Literarios de la UIMP ha reflexionado sobre su trayectoria y sobre sus comienzos. Cuando era un niño siempre decía que quería ser mayor, y ahora que lo es, continúa buscando su camino: "La vida es un aprendizaje y, con suerte, acabamos entendiendo quiénes somos sin renunciar a lo que fuimos. Cuando uno es un chiquillo quiere parecerse a su padre, y cuando empieza a parecerse a él, comienza a cuestionarse dónde está aquel niño".

La evolución en su carrera ha sido notable aunque, a diferencia de algunos escritores que afirman arrepentirse de su primera publicación, él cree que en la primera novela siempre están las intenciones. "Lo bonito es estar enamorado del primer libro que escribes porque es tu primer amor", ha destacado el Premio Nadal 2016, que asegura que antes era más visceral y que una de las cosas que ha aprendido es que "por encima del artificio está la sencillez".

La autoedición es uno de los aspectos más cuestionados en la profesión del escritor, y del Árbol está en contra. Según él, "ser escritor es una forma de entender la vida y no ver tu nombre publicado en una portada". Por eso apoya la figura de los editores, que son necesarios para filtrar y para ayudar a los escritores a ser mejores. Ese es precisamente uno de sus objetivos, llegar a ser el escritor que siempre ha querido ser. De momento, el autor catalán ya está preparando su próxima novela, en la que volverá a hacer todas esas preguntas que de momento no ha sido capaz de responder.

Fotografía: Esteban Cobo