Los alumnos del Aula Blas Cabrera celebran que la UIMP ponga “oportunidades magníficas a los pies de los estudiantes que lo merecen”

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Santander, 12 de agosto de 2022.- “Ojalá yo, como maestra, organice este tipo de cursos en un futuro”, asegura Elena Martínez Casanova. La estudiante, recién graduada en educación primaria, ha acudido desde la otra punta de España (Almería) hasta el Palacio de la Magdalena de Santander para formar parte del Aula Blas Cabrera, iniciativa de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) que ha reunido a los 46 mejores expedientes académicos universitarios de España durante una semana para compartir sinergias sobre las distintas áreas del conocimiento.

“Si quisiéramos saciar todas esas curiosidades nos faltaría vida, pero aquí intentamos resolver todas las que podemos”, ironiza para explicar que el grupo de estudiantes que disfruta de esta escuela sale de las charlas programadas “como personas nuevas”. “Te sientes más completo, con esas curiosidades un poco más resueltas”, explica.

En una conversación con la UIMP para comentar su experiencia, emocionada, Martínez pone en valor el compañerismo y gran ambiente que existe entre los estudiantes, que antes que expedientes admirables, “son personas empáticas”: “A veces tememos ir a un sitio en el que la gente te mire por encima de hombro por tener equis nota, y aquí no pasa eso”. Según ella, esto se debe a los “valores comunes” que los unen, orientados en mejorar tanto a sí mismos como a la sociedad.

Unos valores que los estudiantes comparten con el sólido listado de ponentes del aula, quienes a juicio de la joven, les hacen ver en cada conferencia que “han tenido que chocar muchas veces contra la pared” hasta convertirse en los expertos que son a día de hoy, capaces de  divulgar “con creces” sus conocimientos.

No es la primera vez que Martínez acude al Campus de La Magdalena. La estudiante sostiene que en su paso anterior por los cursos de inmersión lingüística que organiza la institución ya “alucinó” con que “existiera un programa así de maravilloso y totalmente becado”. Con su regreso a la UIMP, confirma que esta universidad “hace unos cursos que no he encontrado en ningún otro sitio; que ponen oportunidades magníficas a los pies de estudiantes que se lo merecen”.

En cambio, sí es la primera vez que Juan Manuel Milla acude a los cursos de verano de la institución. El estudiante, que viene de Mallorca aunque hizo el grado de Historia del Arte en la Universidad de Granada, expresa que asistir a ponencias en las que se habla de “temas innovadores” para él como pueden ser, por ejemplo, las matemáticas, le hace “salir de la zona de confort a la que estás acostumbrado durante los años de carrera”. A su juicio, el Aula Blas Cabrera aboga por albergar todo tipo de conocimiento, lo que permite a sus alumnos conocer nuevas salidas y  “tener recursos para todo porque el día de mañana no sabemos donde vamos a trabajar”.

Alberto Cerezo, físico y matemático por la Universidad de Sevilla, dice que su pasión por los números no le impide tener muchos y muy diversos intereses desde antes de comenzar sus estudios de grado. En menos de un mes comenzará a elaborar su tesis y ante el poco tiempo que dispondrá para investigar sobre otros campos, asegura que este aula “es un pequeño paréntesis para conocer a expertos en otras materias, como antropología o filología”.

Los alumnos de la Blas Cabrera son conscientes de que los nuevos retos que se plantean en el futuro requerirán una perspectiva interdisciplinar. En este sentido, Cerezo afirma que le llama especialmente la atención cómo los alumnos se han atrevido en este espacio a hablar sobre cuestiones que no son de sus áreas. Quienes vienen de la rama científica preguntan sobre ética y los estudiantes de humanidades se lanzan con cuestiones técnicas. “Veo muchas preguntas mirando hacia el otro lado porque de lo nuestro ya sabemos, lo cual es muy útil para nuestras carreras además de para nuestro propio conocimiento”, afirma.

Al hilo de esta idea, Rosa María Cañaveras, graduada en Economía y Derecho por la Universidad de Castilla y La Mancha, añade que este programa hace que los estudiantes se den cuenta de que “las sociales, humanidades o las ciencias puras combinan muy bien si sabes buscar el punto de unión”, algo que fomenta este aula porque “pensamos que son compartimentos estancos y no lo son”. Es por ello que la estudiante asegura haber podido analizar todos los temas tratados desde el punto de vista económico-jurídico (su área de especialización) gracias al hincapié de los ponentes por hacer ver la conexión entre las distintas corrientes del saber.

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