María José Salazar, doctora en Historia del Arte: “Las obras de las mujeres se atribuían a sus esposos porque así eran más valiosas”

JMS02124

Santander, 28 de julio de 2022-. “Quiero que la figura de María Blanchard sea un paradigma de tantas mujeres que han existido en la historia de la pintura y que han sido pinceles sin voz”. Bajo esta premisa, María José Salazar, doctora en Historia del Arte y especialista en la obra de María Blanchard, dirige esta semana el curso sobre la pintora cántabra que se desarrolla en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) y que se enmarca dentro de la programación de los Cursos de Verano del Palacio de la Magdalena de Santander que este año celebran su 90 aniversario.

Esta cita académica, organizada en colaboración con el Ayuntamiento de Santander y titulada ‘María Blanchard: paradigma de los pinceles sin voz’, pretende alcanzar un doble objetivo: por un lado poner en valor la figura de la pintora, nacida en la capital cántabra y, en opinión de Salazar “una de las pintoras más interesantes del siglo XX” pero que sigue siendo “una gran desconocida pese a la importancia de su obra”. Por otro lado, el encuentro pretende ser una “puesta al día”, afirma la historiadora del arte, en la que se recojan opiniones actuales con las que “intentar dar una nueva imagen de la grandeza de María Blanchard, que pierde parte de esa grandeza y entra en la oscuridad por el hecho de ser mujer”.

Pinceles sin voz

De este modo, con la figura de la artista santanderina como elemento central, el encuentro aborda la poca relevancia que, a lo largo de la historia, se le ha dado a las mujeres artistas. “Desde el siglo XVI hasta la actualidad hay grandes creadoras, al nivel de los grandísimos artistas, a las que apenas conocemos y no están en los museos”, afirma en este sentido. Sin embargo, opina que desde los años 80, gracias a la labor de personajes como Griselda Pollock “hay un movimiento internacional que trabaja en la recuperación de esas grandes figuras”. Sin embargo, cree que España “se incorpora tarde”  a este movimiento, y “a veces dando más importancia al género que a la calidad de la pintura”, algo en lo que, para María José Salazar, no debemos caer. “El artista es importante sea hombre o mujer”, afirma, “yo defiendo a la mujer pintora por encima de todo, pero a la buena pintora, que las hay y existen”.

En cuanto a la situación de los artistas actuales, opina que “con los mecanismos propios de nuestro mundo está todo mucho más abierto a conocerse, hay más difusión”. Por ello, cree, hoy a un gran pintor, de una manera o de otra, se le encuentra”.

Reconocimiento internacional

Preguntada por el hecho de que María Blanchard tenga más relevancia a nivel internacional que en su propio país, Salazar encuentra el primer motivo en la marcha de la pintora fuera de España, momento en el que “rompe para siempre, no vuelve”. Tras la muerte de la artista, explica, la familia trata de traer sus obras pero un problema con la aduana primero y el estallido de la guerra civil española y la Segunda Guerra Mundial después hacen que, cuando llegue a España, sea “muy tarde”.

“Por otro lado hay una disputa familiar que hace que algunas de sus obras acaben, incluso, debajo de una cama y escondidas en un armario”, continúa la historiadora del arte, “y todo eso ha hecho mucho daño a la figura de María Blanchard. Cuando ha podido emerger no ha tenido la suficiente fuerza en el mercado y en las exposiciones”. También, señala que perjudicó a la imagen de la artista el hecho de que, paralelamente al ascenso de Juan Gris, empezara a crearse un falso mercado en el que se vendían obras de María Blanchard haciéndolas pasar por originales del pintor. “Se hablaba de que María era deudora de Juan Gris, de que le copiaba”, dice Salazar, “pero ella está a la misma altura que Juan Gris”.

“Él le pide opinión, la considera a su misma altura, igual que Diego Rivera, con quien trabajó conjuntamente durante tantos años. Todos los artistas y críticos la valoran, pero no hay nadie que la pueda defender desde ese punto de vista”, afirma.

Aportación al cubismo y al arte figurativo

Para la doctora en Historia del Arte, la aportación de María Blanchard al arte del siglo XX es muy clara. Por un lado, en el cubismo, disciplina a la que imprime un carácter propio, “colorido, vivo y brillante”, en palabras de María José Salazar. Aunque su obra está cercana a artistas como Picasso o Juan Gris sus obras son composiciones muy personales y, subraya, “no es deudora de nadie”.

Más tarde, con su regreso a la figuración, María Blanchard “se convierte en una de las grandes pintoras del momento en París, donde adquiere más fama, vende mejor, y donde los principales galeristas piden su obra”, dice Salazar, que opina que tanto en su periodo cubista como en el arte figurativo las obras de Blanchard “tienen mucho de autobiográfico” y aportan, sobre todo, “mucho sentimiento”.

Exposición virtual

Esta semana se ha inaugurado en el Espacio Tabacalera de Santander una exposición virtual con 65 obras de la artista. María José Salazar celebra esta iniciativa ya que, dice, todo lo que sea acercarse al arte le parece bienvenido. “El arte entra por los ojos”, afirma, y aunque cree que no puede compararse con la obra directa, lo considera “una buena forma de conocer perfectamente su obra; te permite un acercamiento que antes no estaba permitido”.

La exposición podrá visitarse hasta finales de agosto, como parte de los actos conmemorativos que se están llevando a cabo con motivo del 90 aniversario del fallecimiento de la artista.

Tags: UIMP