Marina Chinchilla destaca la necesaria “gestión integral” de los museos para un correcto servicio

Santander.- Hoy en día, un museo es mucho más que una institución cultural que custodia y difunde sus colecciones artísticas. Por eso, María Chinchilla, directora adjunta de administración del Museo del Prado, tiene claro que una “gestión integral”, que aúne las variantes museística y administrativa, es fundamental para una correcta gestión económica que dote a los museos de herramientas que garanticen el cumplimiento de sus funciones, sin menoscabo del concepto de calidad en el servicio público.


Así lo ha declarado en la segunda jornada de la VII Escuela de Arte y Patrimonio «Marcelino Sanz de Sautuola». Economía de la cultura: museos y sitios patrimoniales, en la que ha descrito el caso particular que supone el Museo del Prado, que posee, desde 2003, una titularidad estatal con personalidad jurídica propia. Un modelo de gestión que le ha permitido “afrontar los grandes retos que el Museo tenía establecidos”, derivados de la nueva escala operativa con una ampliación física del 77% de su superficie desde 2005.


Así, ha expresado que esta particularidad jurídica, que la capacita para obrar de forma pública y privada, hace que la institución tenga presupuesto de gasto, pero también de ingresos. Por ello, puede recibir recursos, además de los provenientes de ingresos ordinarios y extraordinarios –entradas, cesión de espacios, etc.-, de aportaciones voluntarias y donaciones, además de los relativos a patrocinios. Una particularidad que lo “diferencia del resto de museos dependientes del Ministerio”, ha detallado, junto al Museo Reina Sofía. Respecto a los patrocinios, ha dicho que son “fundamentales y cruciales”, a pesar de que anteriormente “los directores eran muy conservadores y les costaba mucho sentarse con ellos”, ha afirmado.

Chinchilla, que ha calificado al Museo del Prado como un “museo del siglo XXI”, ha detallado parte de la planificación estratégica de la institución, con cambios como el precio, la apertura al visitante los siete días de la semana –un total de 362 días al año- y el aumento de la cesión de espacios, que aportaron 700.000 euros en el ejercicio pasado. “El Museo ha sabido capear la crisis gracias a una definida estrategia financiera en estos años”, que ha proporcionado “unas guías y un objetivo” a seguir, ha expuesto.

Foto: UIPM 2017 | Juan Manuel Serrano