“Nos preocupamos por el euro pero ¿por qué no se hace una legislación europea sobre el maltrato infantil?”

Santander.– El catedrático de Psicología de la Sexualidad y experto en maltrato infantil y juvenil Félix López lo tiene claro: la única manera de atajar este grave problema social es dinamizar el sistema de protección de los más jóvenes. "Los niños no tienen buenos defensores –ha comentado-, los casos que salen en los medios son excepcionales. Por eso, hay que tomar conciencia de que las redes que protegen a los menores deben ser más activas".

López, que ha intervenido en la XIV Escuela de Psicología 'José Germain' de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, también apuesta por una legislación unitaria no sólo en España sino en toda Europa: "¿Por qué no se hace una legislación europea sobre el maltrato infantil? Nos preocupamos por la unidad del euro, pero ¿y la infancia? Los niños tienen derechos y leyes distintas en cada país, e incluso en cada comunidad autónoma, y no hay una ley unitaria", ha afirmado.
Igualmente, ha explicado que la mejor receta para acabar con el maltrato es "trabajar desde la escuela con niños y padres y, sobre todo, aprender a detectarlo". Así, ha asegurado que "hay que abrir la puerta" para que las víctimas den el paso y denuncien la situación por la que están pasando.
Nuevos mitos en la sexualidad
Dentro del encuentro que dirige Helio Carpintero, y que este año se basa en Psicología y estructuras familiares, el catedrático ha abordado la percepción del amor, de la sexualidad y de la ética en la vida de pareja. Y ha explicado que "lo más importante de la sexualidad humana es que es algo maravilloso, pero es nuestra grandeza y nuestro riesgo, porque tenemos poder de decisión", por eso ha comentado que "lo inteligente es que uno se convierte en guionista de su vida sexual y amorosa".
No obstante, también ha hecho referencia la creación de "nuevos mitos" en el ámbito de la sexualidad donde priman, por un lado, "el discurso animal, muy destructivo, sobre la sexualidad del hombre", y, por otro, el cambio de foco, pues "si antes había presión social para la virginidad, ahora es para mantener relaciones".

Fotografía: Pablo Hojas