Santander.– El enfrentamiento entre la gastronomía tradicional y la de vanguardia ha vuelto a ser la protagonista en una mesa redonda, dentro del encuentro De la mano a la boca. Arte y gastronomía en un escenario expandido de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, en la que han participado Paco Quirós, chef del restaurante Cañadío, Santander y Madrid, y La Maruca, Madrid, Pedro Larumbe, chef del restaurante El 38 Larumbe y chef ejecutivo del Grupo Larumbe y Arturo Pardos, arquitecto, pintor y ensayista conocido como "Duque de Gastronia".
"La gastronomía es buena o mala, independientemente de que sea de vanguardia o tradicional", ha sentenciado Larumbe, que considera que lo más importante es que la cocina española "lleva un camino imparable" hacía el aprendizaje y los nuevos retos. Ha asegurado que hay que seguir trabajando porque "una equivocación puede dar lugar a un buen plato". Por otro lado, el chef del restaurante El 38 Larumbe considera que "no se ha reconocido el trabajo de los cocineros españoles".
Paco Quirós se ha mostrado de acuerdo con su compañero y ha puesto como ejemplo a uno de los cocineros más destacados del panorama gastronómico de los últimos años: "Hay gente como Ferran Adrià al que algún día se le reconocerá como a Picasso, pero como es español le costará un poco más". El chef de Cañadío y La Maruca ha hecho referencia a concursos gastronómicos como Top Chef y Masterchef, que han protagonizado la parrilla televisiva en los últimos años: "La gastronomía es lo que demanda la gente, y por algo será". Para finalizar, al tiempo que debatían los motivos que llevan a la gente a comer fuera de casa, Quirós ha argumentado: "No se va a un restaurante a quitar el hambre, lo que se busca es un estado emocional, disfrutar y ser feliz".
Por su parte, Arturo Pardos ha rebatido las opiniones de sus dos compañeros de mesa redonda acerca de la calidad de la gastronomía de vanguardia. Según el arquitecto, pintor y ensayista, que se hace llamar "Duque de Gastronia", los cocineros de hoy en día "solo buscan hacer platitos", por lo que se está perdiendo la esencia. Por eso, ha puesto de relieve "la sodomización absoluta a la que ha llegado la cocina española con la cocina de vanguardia", y ha defendido que "lo primero que debe aprender un restaurante es a coger el teléfono y a tirar de la cadena".
Fotografía: Juan Manuel Serrano
