Patricia Weisz afirma que “la muerte de diez millones de personas no sirvió para nada”

Santander. – La conferencia La lucha contra el negacionismo. El legado vigente de Violeta Friedman del curso de la UIMP dedicado a Las víctimas del terrorismo y la memoria colectiva, ha estado marcada por el emocionado recuerdo de su hija, Patricia Weisz Friedman. Violeta Friedman fue una de las supervivientes del campo de exterminio nazi de Auschwitz-Bikernau. Años después se convirtió en el icono de la lucha contra el negacionismo tras ganar el juicio contra un jerarca nazi. Hoy Patricia Weisz Friedman sigue la lucha que dejó su madre.

Weisz está convencida de que "el dolor vivido en Auschwitz-Bikernau no sirvió para nada", y ha afirmado que "ni tanto sufrimiento ni la muerte de más de diez millones de personas sirvió absolutamente para nada". La hija de Violeta Friedman además ha contado algunos detalles de cómo vivieron las víctimas del Holocausto en los campos de concentración: "Les alimentaban con una especie de sopa que consistía en agua caliente, mendrugos de pan duro, queso vencido y pieles de patatas" y esta precariedad les provocaba infecciones y desnutrición.

Además, ningún superviviente pudo evitar repercusiones psicológicas y las paranoias: "Todas las víctimas sufrieron un shock inenarrable y ninguno salió sin secuelas físicas o mentales", ha dicho. Muchos sufrieron rechazo social y Weisz ha comentado que su madre estuvo "cuarenta años en silencio, no podía hablar porque era un tema tabú en casa".
Patricia Weisz, doctora en Medicina y Cirujía, y presidenta de la fundación que lleva el nombre de su madre, reconoce que "hay que seguir luchando para evitar la xenofobia, el racismo y la intolerancia porque conducen al odio y a muchos problemas que a la larga se ha demostrado que no sirve para nada".

Fotografía de Juan Manuel Serrano