Un curso de UIMP incentiva a los nanotecnólogos en áreas como la salud, la energía o la alimentación

Santander. – El seminario Nanotecnología: la revolución del siglo XXI ofrece una perspectiva científica en un ámbito transversal donde convergen ideas y metodologías procedentes de la física, la química, la biología, la medicina y la ingeniería. Pedro A. Serena Domingo, director del curso e investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha expuesto que el "liderazgo industrial" se basa en la "aplicación de la nanotecnología".

Según el científico, este campo de investigación multidisciplinar "no es sólo ciencia básica, ha salido del laboratorio y se traduce en innovación". En paralelo al auge de la demanda del mercado "existe un riesgo", ha explicado, ya que la población no sabe "nada de nanotecnología (menos del 15% de la población puede dar una definición aproximada) y por lo tanto la opinión es maleable". Las empresas tienen miedo a "etiquetar en el producto la palabra 'nano' de cara al consumidor, por el impacto que puede causar en él".
Esta "cierta polémica" en torno a la nanotecnología emana, a juicio de Serena, del precedente de los alimentos transgénicos. "Hay un discurso político en contra de los transgénicos que derivó en la etiquetación de los mismos", ha señalado, algo que depende del punto de vista, porque "si fueran gratuitos o, como los medicamentos, abiertos (genéricos), la visión cambiaria". Y aunque "es verdad que pueden matar la biodiversidad, también pueden ayudar a paliar el hambre", ha concluido.
En el caso de la nanotecnología, este debate surge de uno de sus inconvenientes: la "toxicidad". Por ello, en paralelo a la investigación se está haciendo un análisis de la toxicidad de las partículas, donde están puestos "todos" los esfuerzos. "El brillo de labios que te estás dando tiene nanopartículas de óxido de cinc, entran por la piel, y luego ¿Dónde se acumulan? ¿En el hígado?", ha acotado el director del curso sobre este problema que las empresas esperan subsanar mediante una labor divulgativa: "Se está curando la herida antes de tenerla", ha dicho.
En concreto, la idea es ir informando a la sociedad de los "avances en este campo y su aplicación en los productos para que los acepte. No se pueden introducir en el mercado para que luego la población los rechace y pierdas la inversión". Además, ha argumentado que la nanotecnología aplicada que "más mata hoy en día, con diferencia, es la del sector del automóvil, pero nadie deja de utilizar este medio porque se han puesto medios como radares, buena señalización, normativa y mejoras tecnológicas en general".
Y es que la nanotecnología está convirtiéndose en un campo de investigación multidisciplinar del que ya han comenzado a emerger miles de productos de consumo en áreas como la electrónica, la salud, la energía, la construcción o la alimentación. Serena ha destacado que en Alemania desde finales de 2014 hay "hospitales que, mediante maquinas que emplean nanoparticulas magnéticas, están curando el cáncer. Mientras una persona tratada con quimioterapia tiene que pasar cinco sesiones, mediante nanopartículas es una sola y sin efectos secundarios".
En esta línea, la Unesco ha aprobado un plan sobre nanotecnología y pobreza con el objeto de ver cómo esta ciencia puede proporcionar "recursos baratos", por ejemplo en la depuración del agua, y que son "asequibles" en comparación con otros.
Este seminario, que tiene como objetivo presentar los últimos avances en este ámbito e incentivar y formar a nanotecnólogos de distintas ramas, ha propuesto en los dos primeros días del curso una iniciación a sus conceptos e instrumentos y, en las siguientes sesiones, se abordarán las aplicaciones reales en sectores concretos.

Fotografía: Flickr/ministeriodeciencia